Voces de Todos los Tiempos en el Anuario de la AACCP
Entrevista realizada por Jose Maria Azumendi
Voces de Todos los Tiempos: Lee lo que en 1997 nos contaba Alfonso Pieres En el anuario de 1997, salió publicado un artículo realizado por José María Azumendi quien dialogó con el ex jugador de La Espadaña sobre su gran pasión, los caballos. ¿Qué porcentaje de tus crías jugás y qué porcentaje es lo que comprás? La pregunta es dura porque como criador empecé tarde con respecto de mi campaña de jugador. En mis primeros años de jugador del Abierto no criaba, si había alguna yegua que se rompía la dejaba para cría en algún campo mío., tenía una manada muy chica de ocho o diez yeguas. La mitad del porcentaje las dejaba para cría, no tenía nada, después de unos diez años como jugador de polo recién ahí me agarró el gustito de criar y empecé más en serio. ¿La base de tu manada son yeguas jugadoras? Son todas yeguas jugadoras o que en el proceso de antes de empezar a jugar hayan demostrado mucha habilidad y por alguna lesión no llegaron. Cuando comencé, fue con ex jugadoras, o del revoleo de caballos y un pequeño porcentaje era de yeguas que todavía conservo en la manada. El resto no daban las condiciones de calidad que necesitás hoy para que den más o menos bien. Realicé una selección con lo que tenía, e incorporé únicamente yeguas que jugaran muy bien, ya sea del Abierto o puras que después de doma o compradas para ser de polo y en el proceso de hacerse de polo mostraban habilidad y no llegaban a jugar partidos por lesiones u otra razón. ¿Eso con respecto a la manada y a las madres? Eso es referido a como forme la manada. Hoy, ya tengo resultados que desde 1995 comenzaron a ser muy positivos, incluso mandé caballos a Borneo y jugué algo en los Abiertos. Este proceso empezó a dar resultados positivos a partir del año 91 y ya estamos en el 97. ¿Qué criterio tenés para elegir un padrillo y qué sumaste a esa manada formada por yeguas elegidas por tipo y aptitud? Compré el padre de una yegua que yo estaba jugando en Palermo que era muy pecoz. La yegua era muy joven, de carrera, que se adaptó inmediatamente al polo. Compré al padre que había resultado ser un muy buen caballo de carrera, hijo de Snow Festival, que corrió y estuvo cerca del récord en 1000 mts. Elegí ese padrillo por lo que era la yegua que yo tenía Me dio una sola tanda y se murió. Después tengo un hijo de Castel con el que sigo en la actualidad. Este es el que me resultó mejor caballo hasta ahora. Era ganador en 1400 mts. y recuerdo que lo compré lesionado en una rodilla, era muy fácil, muy dócil; el otro caballo era viejo, a éste lo monté para probarlo, me pareció muy dócil, de buena boca y muy correcto para doblar para los dos lados. Había corrido pocas carreras, tan solo tres y ya había ganado una. Aparentemente transmite lo que él era, en cuanto a sensibilidad. ¿Le das mucha importancia a la sensibilidad del padrillo que comprás? Al anterior no lo había podido montar porque era un caballo muy viejo cuando yo lo compré, hacía casi diez años que no lo montaban. Pero sino, de ninguna manera le hecho un padrillo a la manada sin haberlo montado y sólo con estar conforme por lo que el caballo es desde arriba. Nota completa Lee el Articulo Completo AQUI